Poema de un Brigadista...

A MI BRIGADA

No son pasos, tampoco ningún golpeteo,
¿qué es entonces?. Tiene ritmo,
me hace bailar.

Mi cuerpo y mente se unen para
sentir algo especial, me eriza la piel, un ritmillo,
un tamboreo. Al compás del mejor son
mis pies se contagian y empiezan a flotar siguiendo
el barullo de la noche. Mis manos
juegan a hacer sombras
un perrito, un conejito o un gatito,
nada sale bien, aun así sonrío.

¿es acaso el aliento de los demás?
Sus ronquidos tal vez, no es una
persona en especial, son las 16 que
hoy me acompañan, ó eran 18
¿quién lo recuerda? Pero gracias.

Gracias por acompañar a mi corazón
en esta dulce melodía que con
el ruido de los grillos forman la
mejor sinfonía. Esa que llega
al alma y no se olvida.

ANTONIO R.



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