A
MI BRIGADA
No son pasos, tampoco ningún golpeteo,
¿qué
es entonces?. Tiene ritmo,
me
hace bailar.
Mi
cuerpo y mente se unen para
sentir
algo especial, me eriza la piel, un ritmillo,
un
tamboreo. Al compás del mejor son
mis
pies se contagian y empiezan a flotar siguiendo
el
barullo de la noche. Mis manos
juegan
a hacer sombras
un
perrito, un conejito o un gatito,
nada
sale bien, aun así sonrío.
¿es
acaso el aliento de los demás?
Sus
ronquidos tal vez, no es una
persona
en especial, son las 16 que
hoy
me acompañan, ó eran 18
¿quién
lo recuerda? Pero gracias.
Gracias
por acompañar a mi corazón
en
esta dulce melodía que con
el
ruido de los grillos forman la
mejor
sinfonía. Esa que llega
al
alma y no se olvida.
ANTONIO R.
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